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jueves, 11 de abril de 2013

Capitulo 7


Era Lunes por la mañana, me desperté medio deshidratada por la gran cantidad de alcohol que había en mi cuerpo de toda la noche bebiendo. Cook ya no estaba en la cama.  Me levanté y me puse la camiseta que él llevaba anoche, me quedaba muy grande y me tapaba lo suficiente, me encantaba vestirme con su ropa al despertarme.

No sabía si darme primero una ducha o ir al salón a buscarle, me decanté por el salón en cuanto escuché a Danny y Max jugando a la Play.

-Buenos días.

-¡Hey!- Dijeron Danny y Max al unisono sin quitarle la vista a la pantalla.

-Hola nena.-  Cook me cogió por la cintura y me dio un beso, por la mañana sus besos siempre sabían a café, da igual la hora que fuera.- Podías ponerte algo que no estamos solos, parece que te gusta enseñar.

-No me había dado cuenta de Danny y Max, voy a por unos pantalones.- Sí me había dado cuenta pero no pensé que le molestaría, se me olvida que él me prefiere sólo para él.

Me puse unos pantalones cortos del cajón y volví con los chicos.

Me senté en el sillón encima de Cook, en la mesa se mezclaba los desayunos con la droga.

-¿Qué es?- No era normal ver tantas bolsas tan temprano.

-La nueva mercancía, estamos probándola, tienes que entregarla hoy. ¿Quieres?-Max me pasó el espejo con un par de rayas preparadas. Pero Cook lo cogió antes que yo y lo colocó de nuevo en la mesa.

-Primero come algo.- Me molestaba que hiciera eso, pero me gustaba que me cuidara tanto.

Fui a la cocina y me preparé una tazón de cereales y un té. Le hice también un café a los chicos, hoy iban a tener un día duro, demasiadas entregas y la policía demasiado cerca. No quería mostrarlo, pero esta situación me ponía nerviosa.

Cuando terminé de desayunar por fin pude probar la nueva cocaína que nos había traído de México. Era la primera vez que teníamos trato con narcotraficantes de allí, pero parecía buena.

-¿Te gusta?- Me preguntó nada más terminar de esnifar su parte.

-Sí, se nota el cambio, es más pura que la que vendíamos antes.

-Me gusta cuando te pones a hablar como una entendida.- Rodeó mi cuello con sus manos, echando mi pelo
hacia atrás y me beso con suavidad. Mis ojos se cerraron instantáneamente para disfrutar de él.

-Voy a ducharme.- Dije mientras nos separábamos aún con los ojos cerrados.

Fui al cuarto de baño, la ducha me despejó por completo, el agua caliente sobre mi espalda era lo que más me gustaba . Hoy tenía que ir al campus de la universidad a entregar todas las bolsas de coca mejicana que había sobre la mesa del comedor, las entregas me ponían nerviosa cuando eran en público, por eso siempre me daba largos baños antes.

Salí más relajada, me envolví en la toalla y fui al cuarto. No sabía como vestirme

-Cook, ¡Cook!- Lo llamé un par de veces para que me ayudara.

-No me grites, te lo he dicho mil veces. ¿Qué quieres?- Vino algo cabreado.

-Necesito que me ayudes ¿Qué me pongo? ¿Cómo van las chavalas a la universidad? ¿Le habéis dicho al cliente que iba a ir con algo en especial?- Los nervios volvían a mi.

-Ni vestirte para salir sola sabes ya. Ve normal, vaqueros, camiseta, no hay mucha complicación. Pareces idiota.- Sacó unos pitillos y una camiseta de manga corta del armario y me la lanzó- Y date prisa, vas tarde.

Me senté un segundo en la cama, debería de estar acostumbrada a sus cambios de humos pero aún me costaba un poco.

Rápidamente me vestí, me puse unas bambas a juego con la camiseta, era blanca con espirales rosas, al igual que los zapatos. Pinté mis ojos con abundante sombra, como siempre, cogí una maleta de instituto negra y fui a guardar las cosas.

Metí todo en la maleta, Danny me dio un archivador para que lo llevara en la mano y diera más el pego y me dijeron el sitio, la hora y como era el chico con el que me iba a encontrar.

Estaba dispuesta a salir de casa e ir a la facultad, me despedí de los chicos y le di un beso a Cook, el cual me paró cuando estaba a punto de irme.

-Nena, ponte la bufanda, no se te olvide anda.-  Me acercó la bufanda, sonrió y me dió otro beso.

Yo me la puse pero antes me quedé tocando mi cuello desnudo, era raro, no recordaba que las cicatrices se notaran tanto.

Cogí la moto de Max y conduje hasta la universidad, allí me esperaría Jairo. Por lo que me habían contado era un tipo alto, moreno y con gafas, trajeado y con el pelo corto. Exactamente como todos los profesores de aquel campus...

Aparqué cerca de la entrada por lo que pudiera pasar, nunca me fiaba de estas entregas. Entré mochila al hombro. Busque la puerta de la cafetería donde me tenía que encontrar con él. Estuve esperando un rato pero nadie aparecía, me senté en el suelo y jugué con el móvil hasta una sombra me tapó la visión. Miré para arriba y allí estaba él, aunque no era como yo esperaba.

-¿Lute?- No podía ser el chaval con el que me habían citado.

-¿Moka? ¿Qué haces aquí? Pensaba que trabajabas por las mañanas como camarera- Estaba tan
extrañado como yo pero a él se le veía más feliz.

- Por casualidad tú no habrás quedado con un tal Cook ¿verdad?- Me levanté inmediatamente

-mmm No ¿Por qué?

-¿Max? ¿Danny?- Seguí preguntando para asegurarme

-No y no. ¿Qué pasa, Moka? - Su expresión cambiaba de feliz a curioso.

-Mejor. Nada, pero me harías un favor si te fueras.- Intentaba no mirarlo a él y mirar por encima de su hombro a ver si veía al tipo con el que realmente había quedado.

-¿Estás molesta por lo de ayer? Verás quería explicarte... no sé..-Le interrumpí.

-No, Lute, no estoy molesta, pero por favor, vete, ya hablamos.- Necesitaba que se fuera, si Jairo me ve con alguien más no iba a arriesgarse y era demasiado dinero.

-Pero por qué, ¿qué pasa?- Miró hacia atrás buscando lo que yo buscaba.

Entonces vi al hombre que me habían descrito, pero en cuanto me vio  y vio que no estaba sola dio media vuelta. Yo cogí la maleta y salí detrás de él dejando a Lute solo.

Ya estaba a punto de alcanzarlo cuando paró.

-¿Jairo? Soy Mok...-No pude terminar la frase. Dos hombres me agarraron cada uno de un brazo. Los miré asustada e intenté soltarme pero me fue imposible.

lunes, 1 de abril de 2013

Capitulo 6


Me desperté por los ruidos de mis compañeros de piso. Eran las 9 de la mañana ¿cómo pude quedarme dormido y haber deado a Moka sola? Normal que se fuera. Yo seguía en el sofá, me dolía la cabeza y me molestaba el sol. Bienvenida rutina un placer tenerte de vuelta.

Me puse los pantalones y me levanté para hacerme un café. Abel y Adri también estaban despiertos.

-Buenos días Bella Durmiente.- Me dijo Adri riéndose.

-Qué te den. ¿Dónde os metisteis ayer?

-Nos encontramos a tu nueva amiga y decidimos que era mejor dar una vuelta y dejaros solo. ¿Qué pasó?- Abel cogió las cosas de su desayuno y se sentó en el comedor. Adri y yo hicimos lo mismo.

-Nada, hablamos.- No tenía intención de mentirles, sabían perfectamente lo que había pasado entre Moka y yo pero quería regodearme un poco, eso no le pasaba a uno todos los días.

-Ya, claro, y por eso cuando llegamos tú estabas con tus súper calzoncillos blancos tirado en el sofá y la mesa llena de cervezas.

-Pues entonces para qué preguntáis. Vino, estuvimos hablando un rato, bebimos cervezas y nos acostamos.

-¿Conoces a un tía por la mañana y por la tarde aparece en tu casa para acostarse contigo?- Parecía que Adri no se fiaba mucho.

-Soy un Don Juan.

-Lo que eres es un cabrón.- Me dijo Abel riendo.-Cuenta, ¿Cómo fue?

-Increíble, menuda chica, se le ve menudita pero después nada de nada, pero la cagué.

-¿Qué hiciste idiota?- Preguntó Adri con la boca llena.- Para una tía que te ve atractivo. ¿Seguro que no iba drogada?

-Já, já. No, no iba drogada, pero cuando terminamos bebimos una cerveza más y me quedé dormido con
Moka aún en casa. Me he despertado cuando habéis llegado.

-Rectifico, no eres un cabrón, eres capullo. ¿Cómo se te ocurre?

-Aún estaba de resaca, no sé. Creo que no la voy a volver a ver.

-Bueno, se queda para el recuerdo.- Adri estaba indiferente.

-Pero yo quiero volverla a ver, está buena, es guapa y le parezco guapo.

En ese momento se abrió la puerta del piso, eran Adrés y su novia, Ali. La soportaba a ratos, era la típica chica alta, tetona, rubia y tonta, muy tonta, además de su voz de pito. La chica tenía todo lo que a Andrés le gustaba: idiotez, flexibilidad y dinero, mucho dinero.

-¡Buenos días, chicos!- Se oyó nada mas que entraron.- ¿De qué hablas  mmm Desayuno ¿Eso es café? Hola Abel, Adri, Lute tienes mala cara ¿mala noche?.- Se me olvidó, no se callaba en ningún momento, no terminaba una frase y ya había empezado la siguiente y siempre nos daba un beso en la frente cuando nos veía.

-¿Qué pasa?- Andrés era más pasota, reservado, no tenía nada nunca que añadir.

-Buenos días, que de ánimos tan temprano. Hablamos de que ayer Lute pilló pero el muy idiota se quedó dormido.

-Idiota.- Lo que yo diga, Andrés era escaso de palabras.

-¡Eso no se hace! Eres un mal amante, Lute. ¿Fue con una tal Moka?- Y Ali siempre tenía algo que decir.

-¡Sí! ¿Cómo lo sabes?- Todos nos quedamos algo sorprendido.

-Donde las llaves había este post-it para ti. No la entiendo ¿La dejas de esa manera y se preocupa en avisarte de que se ha ido?- La cotilla de Ali tenía en las manos un papelito que por lo visto era de Moka, se lo quité enseguida.

-Me lo podías haber dado antes.-Dije cabreado mientras lo leía

-Tranquilo, no se va a deshacer- Abel soltó una de sus gracias.- ¿Qué pone?

-Nada que os interese.

-Ya le está dando calabazas, trae anda.- Adri me quitó el papel de las manos y lo comenzó a leer en voz alta con voz de niña repelente.- Lute, me lo he pasado muy bien esta tarde, pero siento que te hayas aburrido tanto....

-Tío, no me jodas, dame el puto papel.- quise interrumpirlo pero se subió al sofá para saltarlo y seguir leyéndolo a gritos por el salón.

-...Como para dormirte...-todos se empezaron a reír y yo me estaba cabreando.

-Adri, te la estás jugando.

-...Pero no tepreocupes, la próxima vez será mejor, te dejo mi número, un besito.- Y ahí fue cuando nadie pudo dejar de reír.- Un besito... qué linda- Le quité el papel y lo guardé en mi cuarto, cuando volví aún se reían.

- Si quieres te doy yo el beso, guapo- Empezó a decir Abal mientras se acercaba a mi con morritos.

-Iros a la mierda. A ti lo que te pasa es que estás muy necesitado y tienes envidia.

-Sí, siempre he envidiado la capacidad de dormirse en cualquier lugar de cualquier manera.

-No seáis más idiotas, Lute ya tiene suficiente.- Andrés puso algo de calma, aunque más calmado de lo que él estaba era imposible.

Terminamos de desayunar y nos tiramos en el sofá de malas maneras a ver la tele, no había mucha conversación. La novia de Adri, Rocio, llamó y se fue con Ali de compras mientras él y Abel se metía en el cuarto a jugar a la play. Al final solo quedmaos Andrés y yo, era normal que no hubiera mucha conversación.

-¿Qué piensas hacer, tío?- Preguntó sin moverse mucho de su postura.

-No lo sé, ¿debería llamarla o espero unos días?

-Tío, yo ví a la chica, si esperas mucho, no va a durar mucho, haz lo que quieras pero piensa que se acostó contigo cuando te conoció, ¿crees que se va a quedar esperando una llamada de un idiota que se durmió pudiendo tener a 2000 mejores con solo sonreír?- El cabrón de Andrés no solía hablar mucho,decía que para hablar y decir gilipolleces mejor no se habla, pero cuando lo hacía era porque estaba seguro y siempre tenía razón.

-Esta tarde la llamo y quedo con ella, a lo mejor ahora está dormida, o trabajando, me dijo que trabajaba en, mierda no me acuerdo.

-Problemas de el alcohol.

-Supongo.

Me dio una palmada en la espalda y se volvió a acabar la conversación.

Al cabo de un rato decidí que era hora de hacer algo productivo con mi vida, ir a la universidad para variar un poco y entrar en las clases, por una vez, no solo quedarme en el césped fumando y bebiendo cerveza con estos dos, Abel y Adri obviamente.

-Tío voy a vestirme, hoy voy a clases, gracias.- Le devolví la palmada al levantarme del sofá, pero él solo hizo un gesto con la mano.

Entré en el cuarto y me vestí, no puse mucho esmero, vaqueros, bambas y sudadera. Era lo mejor de ser hombre, no había que preocuparse por la ropa.

-Hasta luego- Me despedí de los dos cafres que había en el cuarto jugando al FIFA.

-¿Dónde vas?

-A la universidad.

-Espera que voy contigo-Adri guardó la partida y cerró cosa y a Abel no le gustó nada y que a mi me extrañó mucho.

-¡PERO QUÉ HACES! ¡SI TE IBA GANANDO!- Se cabreó, pero se cabió para venirse.

-¿Cómo que venis?

-Es primavera tío, faldas cortas, camisetas de tirantes, sangre alterada, chicas deseando que alguien les diga lo bien que le sienta la operación bikini ¿Cómo no vamos a ir?- Abel... otro cabrón que siempre llevaba la razón.

-Pero tú tienes novia.

-Pero no soy ciego ¿Qué te crees que ella no mira a todos los tíos cuando va al gimnasio?

-A mi no me des explicaciones yo solo te lo he recordado. Pues venga.

Salimos de la casa, Andrés se ofreció a llevarnos en coche, tenía un Audi negro que le había regalado la novia por los seis meses o algo así, era una pasada de coche, tenía hasta los asientos de cuero.
Nada más llegar, todas las esperanzas de Abel se cayeron al suelo. Las chicas seguían con sus pantalones largos, sus sudaderas y sus botines. Excepto ella, ella también llevaba una bufanda a rayas.